Autorretrato y por qué abrí este blog
Abrí este blog como parte del trabajo final del curso de Periodismo Cultural que impartió Jordi Carrión en la Universidad Pompeu Fabra a principios de 2011, es decir, hace nada. Teníamos que escribir un artículo, una reseña y entrevistar a alguien (de ahí las tres primeras entradas). Continuaré subiendo cosas al blog, supongo, pero bueno, como digo en la última frase de esta entrada, “a ver qué ocurre”. El curso estuvo bien. Leímos a Rubén Martín G., a Pablo Muñoz, a Doménico Chiappe. ¿Podemos afirmar, pues, después de veinte horas de clase, que la curiosidad de Carrión no tiene límites? Eso parece. Me hizo gracia el día que, con algo de sorna, se refirió a Carlos Boyero como “el ínclito Carlos Boyero”, entre otras cosas porque –atención- me cae bien Carlos Boyero.
Tralfamadore es un planeta inventado por Kurt Vonnegut en Las sirenas de Titán y cuyas idiosincrasia e importancia se desarrollan plenamente en Matadero 5. Si no habéis leído estos libros no pasa absolutamente nada, sólo faltaría, pero creo que no estaría de más que lo hicierais. A mí me encantan. Novela negra y ciencia ficción son dos géneros que me entusiasman. Y hace años que ando un pelín obsesionado con las películas de Sergio Leone y Quentin Tarantino.
Me gusta mucho más Quevedo que Góngora. No lo tengo muy claro, por otra parte, pero es posible que el mejor poema escrito en castellano sea el “Cántico espiritual” de san Juan de la Cruz. Da vértigo. El poeta francés del siglo XIX para mí es Rimbaud, no Baudelaire. Walt Whitman y Emily Dickinson son lo mejor que ha dado el continente americano en poesía, hasta hoy al menos. Miguel Delibes es el novelista español del siglo XX que más me gusta. Y si alguien me pidiera el nombre del mayor poeta del siglo pasado daría sin vacilar el de Pablo Neruda. La última película que he visto en el cine ha sido Invasión a la tierra, de Jonathan Liebesman y, así como el Cántico de san Juan de vértigo, esto da asco.
Sin embargo, y aunque parezca mentira, hablar todo el rato de literatura cansa. A uno le empiezan a coger sudores fríos, mareos muy raros y un intenso escozor en sitios que ahora mismo preferiría no nombrar. Lo que he querido decir con esta frase tan literaria es que no creo que hable siempre de lo mismo, ni que me ciña únicamente a escribir reseñas.
Mi intención con el blog es ir colgando reseñas de libros que me interesen, independientemente de que sean novedades o no, artículos y textos breves más o menos relacionados con los libros o el cine. En consecuencia (qué poco me gusta lo de ‘en consecuencia’), y salvando todas las distancias (que no son pocas), esa variedad hará que “los misceláneos trabajos de este volumen”, como definió Borges a sus Otras inquisiciones, pueda aprovecharse también, pero con letra muy pequeña, para definir este blog. ¿Será este blog una cosa muy sesuda? La verdad es que no. ¿Hablaré más de poesía que de narrativa? Sin duda.
A ver qué ocurre.
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