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¿Dónde puedo leer sobre ciencia ficción?


Ya existen muchos blogs sobre ciencia ficción. Todos, independientemente de su calidad, son útiles para ampliar referentes, para indagar en los cotos lejanos del género, y moverse entre ellos es siempre un aprendizaje, así que diferenciaría dos tipos: el blog colectivo y la página individual. Como blogs de autoría única escritos en castellano y aún en activo, destacaría dos –Un Universo de Ciencia Ficción y Pasión por la Ciencia Ficción–, de Manuel Rodríguez Yagüe y Francisco Maldonado, respectivamente, y como páginas colectivas, también en castellano, Cyberdark o Revista Hélice, referentes absolutos tanto para el curioso primerizo como para el conocedor experimentado. Como blog parecido cuyo autor, Iván Fernández Balbuena, ya no actualiza aunque escriba en otras plataformas, escogería Memorias de un Friki, que fue, hace ya años, el que descubrí primero buscando cosas de James Tiptree por la red. Por suerte, sigue abierto para que lo podamos consultar. Otras páginas colectivas no especializadas pero sí parcialmente dedicadas al género son El pájaro burlón –que toma su nombre de la errónea traducción literal de la novela Mockingbird, de Walter Tevis– o la Fancueva, cuyo equipo de redactores le dedica la mayoría de sus esfuerzos al cómic pero también, y por tanto, a la ciencia ficción.

En inglés hay dos blogs espléndidos, recomendables a toda costa, sobre ciencia ficción. Uno es Asking the Wrong Questions, de la crítica cultural israelí Abigail Nusbaum, que es, probablemente, una de las mejores prosistas que ha dado el entorno de la ciencia ficción en mucho, mucho tiempo. Escribe sobre literatura, cine y series del género, y sobre la comunidad de aficionados activos comúnmente conocidos como fandom. El otro es Science Fiction Ruminations del enigmático Joachim Boaz, pseudónimo de un autor que se dedica a explorar la literatura de la nueva ola y lo que vino después.

¿Y cómo son estos blogs?

No hay que estar muy atento para ver que hay dos tipos de página: la colectiva y la de autoría individual. Esto es menos importante, de todos modos, que el que esa página esté especializada o no. Un blog especializado tiene que estar al día de las novedades que se produzcan tanto en el cine como en la literatura del género de su estudio particular, pero también tiene que conocer su historia, su evolución y sus ramificaciones, y repasarla y pensarla en diálogo con la actualidad. Sin embargo, al tener un único tema de difusión, de análisis y de escritura, el riesgo de caer en la monotonía y, básicamente, de aburrir, es elevado. Un blog especializado tiene que mantener la atención del que ya conoce el género e incitar al neófito. No enumeraré las posibles maneras de atraer la atención del lector porque para eso no hay una única fórmula –o, si la hay, yo no la tengo–. La cuestión es que el lector especializado vea una fuente de información e interpretación nueva, y que el no especializado se sienta más atraído por el género que antes de entrar en el blog.

Dado que el género lo permite, variar entre cine y literatura es un aspecto de la especialización en el género que se puede potenciar, que puede ser un estímulo para el lector. No tanto para atraer a los entusiastas de la ciencia ficción, colectivo que ya leerá el blog por instinto, por así decir, sino para atraer a los que no lo conocen tanto, con la intención de que le den una (¿segunda?) oportunidad. Si no es con un libro, quizá sea con una película o una serie. O con un repaso crítico a la obra de artistas como H. R. Giger, Frank Kelly Freas o Les Edwards. Hay opciones. Aunque también es cierto que un blog muy variado es un arma de doble filo: puede atraer a muchos lectores pero a la vez desorientarse, perder especificidad, y no atraer a ninguno. Por eso escribir sobre un género que se dé con naturalidad en dos artes distintas me parece una idea atractiva. Todo esto se ve en los blogs que he enlazado al principio.

La página no especializada tiene la ventaja de tener varios frentes abiertos para atraer al público, y no tiene que esforzarse tanto para ser interesante, para reinventar las gracias del género, o para redefinirlas en el marco de nuestra contemporaneidad.

En el blog de Maldonado vemos largos ciclos de entradas a un subgénero particular o a un autor concreto, cosa tan interesante como arriesgada, porque, si no compartes ese entusiasmo, esa pasión tan concreta, lo normal es perder a algún lector por el camino. Cuesta recuperarlos. En el de Rodríguez Yagüe hay largas entradas, dando tanto contexto –a veces irrelevante– al libro o al autor, que acaban siendo, a veces, focos de impaciencia: quieres ir al grano y el texto no te deja. Como el aficionado suele ser un gran conocedor de su materia, como ya demostró Cristina Martínez en su ensayo Dentro del laberinto friki, estas páginas suelen incluir menos reseñas sobre libros analíticos, ensayos sobre el género, biografías o memorias de autores destacados, historias del género, etcétera, que las deseadas. La novedad no es la única fuente de incitación a la lectura.

Como crítico cultural, como periodista cultural, hay que intentar apartarse un poco, en la medida de lo posible y sin forzar las cosas, de la corriente principal de interpretación de textos o películas. Claro, no siempre leeremos de manera diferente, pero en ese caso podemos escoger otra lectura. O más desconocida o más conocida pero que nos haga llegar a unas conclusiones algo diferentes a las de la mayoría. Para decir más o menos lo mismo que ya se ha dicho, digamos algo diferente sobre lo conocido o algo nuevo sobre otra cosa. Oxigenaremos al público y al género.

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