Etiquetas

Mostrar más

Una propuesta de lectura

A Percy Shelley lo conocemos mayormente como poeta, como uno de los grandes de la poesía romántica europea. Su labor como ensayista, aunque no haya perdurado con la misma fuerza que su poesía, ni haya influido de igual manera, sigue siendo sin embargo una porción importante, significativa de su obra. Una de sus reflexiones es fascinante: no es una teoría sobre poesía, es una manera de entender la poesía; la describe brevemente en uno de los párrafos de su ensayo “A defence of poetry”, de 1821, y Borges, que también la admiraba, la resume, en Otras inquisiciones, así: …“todos los poemas del pasado, del presente y del porvenir, son episodios o fragmentos de un solo poema infinito, erigido por todos los poetas del orbe”. Para Shelley, pues, cada libro, cada verso es un “episodio del cíclico poema escrito por el Tiempo en la memoria de los hombres”. La humanidad ha escrito un poema: toda la poesía escrita y por escribir. El hecho de escribir poemas no cambia; la necesidad de escribirlos, tampoco. Eso es lo que lleva a Shelley a creer que la humanidad lleva escribiendo un único poema, compuesto por miles y miles de obras, a lo largo del tiempo. Un poema cambiante y multitudinario, pero único.
            
Menos ambicioso, aplicaría esta manera de entender la poesía a la lectura de un libro. Es decir: normalmente leemos un poemario como un conjunto de poemas más o menos interrelacionados, pero con suficiente autonomía entre ellos como para poder entenderlos sin un contexto, sin un marco específico que los delimite. Adaptar la idea de Shelley sería leer los poemarios no como libros sino como poemas.
           
Aplicada a la lectura de un libro, esta idea sigue siendo igual de sugerente. El libro se convierte en un poema móvil, danzante, des-centrado. Un poema ecléctico y con sentido. Un poema compuesto por muchos poemas. El poeta Ramon Xirau escribe una nota previa a su libro Graons, (Escalones), que viene a cuento: “¿Un poema? ¿Poemas diferentes? Creo que un poema. Decide, lector”. De igual manera que un poema se forma por la unión de versos o estrofas, un libro de poemas puede entenderse, leerse, como un macro-poema que se forma por la unión de muchos (micro)poemas. Es el lector quien decide, al fin y al cabo, cómo va a leer el libro, pero leer cualquier poemario como si fuese un único poema es igual de estimulante que una lectura convencional; el libro-poema va creciendo con la unidad característica del poema. Yo creo que todo poemario, aun las antologías, tienen una unidad, y la punta visible de esa unidad suele ser el título. Leer, por ejemplo, Residencia en la tierra como si fuera uno de los mejores poemas de Neruda. Así, el libro se convierte en un poema ecléctico, que se expande; un poema que contiene, en sí, muchos poemas, pero que tienen en común (aunque no tienen por qué tener nada en común) un núcleo desgarrador que refleja un estado de ánimo más complejo, más humano que si analizamos el libro como si fuera un conjunto de textos independientes e inconexos. Tras una lectura como la que propone Shelley, la obra nerudiana pasaría a ser un poema donde coexisten la alegría de la “Oda a Federico García Lorca” con el pesimismo existencialista del famoso “Sucede que me canso de ser hombre”. Un poema donde habitan voces contradictorias. No es raro: también en el hombre habitan voces contradictorias. John Donne lo dijo en un gran verso: O, to vex me, contraries meet in one, que traduzco como “Para vejarme los contrarios se unen en mí”. Un poema que sería la extensión metafórica del estado de ánimo del autor durante los años de escritura del libro.

Es la suma de cada pequeño poema la que construye el poema, el macro-poema Residencia en la tierra. Los poemas que componen el poema final establecen entre ellos sus propios diálogos y sus propias similitudes, enriqueciendo enormemente las posibilidades de lectura. Esto ocurre de manera literal, por ejemplo, en la Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters, donde cada poema se convierte en el referente de otro, entablando sus propias conexiones como personas de una misma comunidad, sus sinergias.
           
¿Por qué Poema del cante jondo y no Poemas del cante jondo, en plural? Porque el libro en sí es el poema del cante jondo. Es un poema, ese libro, que contiene a Andalucía: cada uno de sus gestos y sus rasgos, sus costumbres y su orografía, sus pueblos y su historia están en él. Un poema total compuesto por muchos poemas independientes pero que, en su conjunto, crean el poema total del cante jondo, que ya desde el título nos indica que es plausible y nada descabellado hacer una lectura abarcadora como la que proponía Shelley.
           

Comentarios

Entradas populares